Transferencia

Transferencia
*Auspiciada por la Universidad Nacional de Santiago del Estero, por Resolución Nº 728 CUDAP:EXPE-MGE:0004039/2011. A partir del 6 de Septiembre del 2011.

*Declarada de Interés Académico por el Honorable Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, por contribuir al desarrollo de la producción cultural de la provincia. (Resolución CD FHCSyS Nº 143/2011), a partir del 23 de Agosto del 2011.

*
Declarada
de Interés Educativo por el Instituto de Acción Cooperativa (Art. 1º; Resolución 406/2008 - Santiago del Estero, 18 de Julio de 2008), teniendo en cuenta la importancia que representa para el acervo cultural la difusión de conceptos y pensamientos del Psicoanálisis en la Cultura.

LO NO SIEMPRE DICHO



Gribouille o el que se arrojó al fuego por  no morir quemado
                                                                                       
Durante la clase del 27 de mayo de 1964, Lacan puso el acento en la oposición Sujeto-Otro como punto de entrada del Inconsciente. El Otro como el lugar donde se sitúa la cadena significante y donde el sujeto tiene que aparecer. A partir de allí dos operaciones, alienación y separación. Casi al final de la clase, explicando como el sujeto se encuentra con la falta del Otro en los intervalos del discurso, dice él, surge en la experiencia del niño algo que se puede detectar en ellos radicalmente: Me dice eso, pero ¿qué quiere?
Poco más adelante dirá “Ahora bien, para responder a esta captura, el sujeto como Gribouille, responde con la falta antecedente, con su propia desaparición, que aquí sitúa  en el punto de la falta percibida en el Otro. El primer objeto que propone a ese deseo parental cuyo objeto no conoce, es su propia pérdida - ¿Puede perderme?...”
Gribouille…no siempre dicho por estas latitudes, claro está, no forma parte de la tradición literaria de nuestro país.
Cientos de obras literarias europeas, han pasado a formar parte de las preferencias de los lectores coterráneos, y con ellos  los cuentos infantiles por cierto, no así “Historie du véritable Gribouille”. Se trata de un cuento infantil publicado en Francia hacia 1851, su autor George Sand, no era otra que Amandine Aurore Lucile Dupin, hija de padres acomodados económicamente en la sociedad parisina y que mas tarde contrae matrimonio con el Barón de Dudevant, lo cual le valió el título de baronesa y con ello ciertos privilegios, más no así el de poder escribir y publicar bajo su propio nombre.
El relato tiene por protagonista a un niño de unos doce años, maltratado y repelido por su familia. Su padre era el guarda caza del Rey del lugar, descripto como un mal hombre que se aprovechaba de su posición y se quedaba indebidamente con lo que no era suyo, de igual manera su madre y los hijos de estos, también bandidos y acostumbrados al pillaje. Excepto Gribouille, (también Pintarrajeado, o Tonto de Capirote según traducciones), él era diferente desde su nacimiento, frágil y gentil, jamás hacía daño a nadie, dueño de una nobleza de corazón incomparable. Pasaba largas horas bajo un viejo roble, alejado de su familia, sumido en la pena de no ser amado por ellos como él los amaba. Su padre lo rechazaba cuando se acercaba a acariciarle y su madre lo azotaba, mientras que sus hermanos lo despreciaban.
Una de las tantas veces que Gribouille estaba bajo el roble, un abejorro lo picó con su aguijón, a pesar de ello el niño lo dejó ir: “vete de aquí, sé feliz” le dijo. Este abejorro no era otro que el Rey de los abejorros, condenado a esa metamorfosis por un mal acto, desde que el niño pronunció aquellas palabras lo liberó de esa apariencia de insecto y se mostró como un señor robusto y muy rico, fue así que el ahora señor Bourdon le ofreció lo que el niño quisiera en agradecimiento, a lo que respondió “lo que quiero usted no me puede dar, no soy querido por mis parientes y lo quisiera ser”
A partir de allí el relato adquiere toda una serie de personajes y tiempos fantásticos. El señor Bourdon se quería apropiar del niño y su afán era convertirlo en su heredero, ofreciéndole sus conocimientos sobre el cálculo y la nigromancia. Pero todo aquello a Gribouille no lo complacía, ya que observaba como los habitantes del reino, el rey del lugar incluido, cayeron bajo el poder del aberrojo que los corrompía, se enriquecía a costa de todos y a pesar de ser amable con el niño, este le temía. El Pintarrajeado decidió regresar con su familia lo que enfureció al grueso abejorro quien comenzó a perseguirlo para matarlo clavándole su aguijón. Viendo que ya se encontraba perdido, el niño se lanzó a un arroyo para salvarse, en eso comenzó a llover e impidió seguir volando al malvado insecto. En el momento en que la fuerza del agua arrastraba a Gribouille,  acudió en su auxilio un hada azul, mientras desde la orilla sus hermanos gritaban burlándose “¡Tonto de Capirote, que se echa al agua por temor a la lluvia!”
El arroyo lo llevó hacia el mar, y ahí encontramos al pobre Tonto de Capirote convertido en la rama de un roble, y luego en una isla donde pasó un tiempo, unos cien años, entre duendes, genios, silfos, bajo la protección de la Reina de los Prados quien le enseñaría su ciencia. Gribouille comprendió que esta ciencia se trataba del amor en su corazón y que debía hacer algo con lo aprendido. Entendió que su misión era regresar a su tierra, donde estaba reinando Bourdon y propagar allí lo aprendido. Algunos lo aceptaron y fue sumando adeptos, otros por supuesto estaban en su contra, entre ellos el viejo abejorro. Pronto fue puesto en prisión, lo que provocó el enfrentamiento de los que entendieron la ciencia de la bondad de Gribouille y los que prefirieron continuar con la maldad propagada por Bourdon, hubo revueltas y matanzas. La Reina de los Padros, llegó con su ejército de pájaros a defender al Pintarrajeado, enfrentando a los malignos insectos. Advertido Bourdon del poder de aquel ejército y que no tendría oportunidad de salvarse, amenazó con quemar en una hoguera a Gribouille para hacer desistir a la Reina, quien por amor al Pintarrajeado ya estaba a punto de rendirse, fue entonces cuando Gribouille entendió lo que sucedía en el corazón de la Reina, le arrebató la antorcha al verdugo y la arrojo a la pira donde él mismo se encontraba. ¡Tonto de capirote que se arrojó al fuego por no morir quemado!
El encuentro con la falta del Otro en el sujeto ha de generar consecuencias. El Tonto de Capirote se encontró con el deseo de los padres, del Rey Bourdon, de la Reina de los Prados…al menos a nosotros ya se nos ocurrió aventurar algunas posibles consecuencias …y usted señor lector??

Gabriela Céspedes
Lic. en Psicología
Miembro del Gepsi Santiago del Estero
Grupo Editorial de Parlêtre.

Traducción al castellano: Ana María Ledesma. Profesora en Ciencias de la Educación (UCSE).Máster en Educación Social (Universidad Internacional de Andalucía, España).Prof. Ordinaria Adjunta a cargo de Psicología del Aprendizaje de las Fac. De Humanidades y Cs. Exactas (UNSE), a cargo además de: Teoría de la Enseñanza y Tecnología Educativa y Metodología y Práctica de la Enseñanza (FHCS y S).Ex Directora del Departamento de Educación y Psicología (FHCS y S). Ex Coordinadora Académica de la EIE.  Ex Catedrática de Psicología Diferencial, Psicología Educacional (Profesorado en C de la Educación, UCSE) y Planeamiento I (Licenciatura en Psicopedagogía, UCSE).


Bibliografía:
Jacques Lacan. Seminario 11. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Ed. Paidós. 2001.

0 comentarios:

para continuar haga click en ENTRADAS ANTIGUAS

..