Gribouille o el que se arrojó al fuego por no morir quemado
Durante la clase
del 27 de mayo de 1964, Lacan puso el acento en la oposición Sujeto-Otro como
punto de entrada del Inconsciente. El Otro como el lugar donde se sitúa la
cadena significante y donde el sujeto tiene que aparecer. A partir de allí dos
operaciones, alienación y separación. Casi al final de la clase, explicando
como el sujeto se encuentra con la falta del Otro en los intervalos del
discurso, dice él, surge en la experiencia del niño algo que se puede detectar
en ellos radicalmente: Me dice eso, pero
¿qué quiere?
Poco más adelante
dirá “Ahora bien, para responder a esta captura, el sujeto como Gribouille,
responde con la falta antecedente, con su propia desaparición, que aquí
sitúa en el punto de la falta percibida
en el Otro. El primer objeto que propone a ese deseo parental cuyo objeto no
conoce, es su propia pérdida - ¿Puede perderme?...”
Gribouille…no
siempre dicho por estas latitudes, claro está, no forma parte de la tradición
literaria de nuestro país.
Cientos de obras
literarias europeas, han pasado a formar parte de las preferencias de los lectores
coterráneos, y con ellos los cuentos
infantiles por cierto, no así “Historie du véritable Gribouille”. Se trata de
un cuento infantil publicado en Francia hacia 1851, su autor George Sand, no
era otra que Amandine Aurore Lucile Dupin, hija de padres acomodados
económicamente en la sociedad parisina y que mas tarde contrae matrimonio con
el Barón de Dudevant, lo cual le valió el título de baronesa y con ello ciertos
privilegios, más no así el de poder escribir y publicar bajo su propio nombre.
El relato tiene por
protagonista a un niño de unos doce años, maltratado y repelido por su familia.
Su padre era el guarda caza del Rey del lugar, descripto como un mal hombre que
se aprovechaba de su posición y se quedaba indebidamente con lo que no era
suyo, de igual manera su madre y los hijos de estos, también bandidos y
acostumbrados al pillaje. Excepto Gribouille, (también Pintarrajeado, o Tonto
de Capirote según traducciones), él era diferente desde su nacimiento, frágil y
gentil, jamás hacía daño a nadie, dueño de una nobleza de corazón incomparable.
Pasaba largas horas bajo un viejo roble, alejado de su familia, sumido en la
pena de no ser amado por ellos como él los amaba. Su padre lo rechazaba cuando
se acercaba a acariciarle y su madre lo azotaba, mientras que sus hermanos lo
despreciaban.
Una de las tantas
veces que Gribouille estaba bajo el roble, un abejorro lo picó con su aguijón,
a pesar de ello el niño lo dejó ir: “vete de aquí, sé feliz” le dijo. Este
abejorro no era otro que el Rey de los abejorros, condenado a esa metamorfosis
por un mal acto, desde que el niño pronunció aquellas palabras lo liberó de esa
apariencia de insecto y se mostró como un señor robusto y muy rico, fue así que
el ahora señor Bourdon le ofreció lo que el niño quisiera en agradecimiento, a
lo que respondió “lo que quiero usted no me puede dar, no soy querido por mis
parientes y lo quisiera ser”
A partir de allí el
relato adquiere toda una serie de personajes y tiempos fantásticos. El señor
Bourdon se quería apropiar del niño y su afán era convertirlo en su heredero,
ofreciéndole sus conocimientos sobre el cálculo y la nigromancia. Pero todo
aquello a Gribouille no lo complacía, ya que observaba como los habitantes del
reino, el rey del lugar incluido, cayeron bajo el poder del aberrojo que los
corrompía, se enriquecía a costa de todos y a pesar de ser amable con el niño,
este le temía. El Pintarrajeado decidió regresar con su familia lo que
enfureció al grueso abejorro quien comenzó a perseguirlo para matarlo
clavándole su aguijón. Viendo que ya se encontraba perdido, el niño se lanzó a
un arroyo para salvarse, en eso comenzó a llover e impidió seguir volando al
malvado insecto. En el momento en que la fuerza del agua arrastraba a
Gribouille, acudió en su auxilio un hada
azul, mientras desde la orilla sus hermanos gritaban burlándose “¡Tonto de
Capirote, que se echa al agua por temor a la lluvia!”
El arroyo lo llevó
hacia el mar, y ahí encontramos al pobre Tonto de Capirote convertido en la
rama de un roble, y luego en una isla donde pasó un tiempo, unos cien años,
entre duendes, genios, silfos, bajo la protección de la Reina de los Prados quien le
enseñaría su ciencia. Gribouille comprendió que esta ciencia se trataba del
amor en su corazón y que debía hacer algo con lo aprendido. Entendió que su
misión era regresar a su tierra, donde estaba reinando Bourdon y propagar allí
lo aprendido. Algunos lo aceptaron y fue sumando adeptos, otros por supuesto
estaban en su contra, entre ellos el viejo abejorro. Pronto fue puesto en
prisión, lo que provocó el enfrentamiento de los que entendieron la ciencia de
la bondad de Gribouille y los que prefirieron continuar con la maldad propagada
por Bourdon, hubo revueltas y matanzas. La Reina de los Padros, llegó con su ejército de
pájaros a defender al Pintarrajeado, enfrentando a los malignos insectos. Advertido
Bourdon del poder de aquel ejército y que no tendría oportunidad de salvarse,
amenazó con quemar en una hoguera a Gribouille para hacer desistir a la Reina, quien por amor al Pintarrajeado
ya estaba a punto de rendirse, fue entonces cuando Gribouille entendió lo que
sucedía en el corazón de la
Reina, le arrebató la antorcha al verdugo y la arrojo a la
pira donde él mismo se encontraba. ¡Tonto de capirote que se arrojó al fuego
por no morir quemado!
El encuentro con la
falta del Otro en el sujeto ha de generar consecuencias. El Tonto de Capirote
se encontró con el deseo de los padres, del Rey Bourdon, de la Reina de los Prados…al menos
a nosotros ya se nos ocurrió aventurar algunas posibles consecuencias …y usted señor
lector??
Gabriela Céspedes
Lic. en Psicología
Miembro del Gepsi Santiago del Estero
Grupo Editorial de Parlêtre.
Traducción al
castellano: Ana María Ledesma. Profesora en Ciencias de la Educación (UCSE).Máster en Educación
Social (Universidad Internacional de Andalucía, España).Prof. Ordinaria Adjunta
a cargo de Psicología del Aprendizaje de las Fac. De Humanidades y Cs. Exactas (UNSE),
a cargo además de: Teoría de la Enseñanza y Tecnología Educativa y Metodología
y Práctica de la Enseñanza (FHCS y S).Ex Directora del Departamento de
Educación y Psicología (FHCS y S). Ex Coordinadora Académica de la EIE.
Ex Catedrática de Psicología Diferencial, Psicología Educacional (Profesorado
en C de la Educación, UCSE) y Planeamiento I (Licenciatura en Psicopedagogía,
UCSE).
Bibliografía:
Jacques Lacan.
Seminario 11. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Ed. Paidós.
2001.
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